No me gusta ver la vida, ni nada que la contenga, como algo negativo pero, tampoco me gusta vivirla sin identificar sus riesgos. No pretendo vivirla con miedos, solo quiero disfrutarla con respeto...
Hecha esta reflexión, hoy os quiero hablar de "la piscina" como un cercano elemento de disfrute, de relación entre personas, de juego, de descanso, de salud, sin olvidar, eso si, que sin seguir unas pocas pautas de seguridad se puede convertir en un "arma" permanentemente cargada.
Y, ¿quien es la diana?
Cualquiera en especial los niños porque, 5 cm de agua son suficientes para que se produzca un ahogamiento.
Como en tantas ocasiones os propongo una lista de consejos que, hay que seguir al pie de la letra. Más allá, tenéis la oportunidad de aumentarla aportando lo que creáis conveniente, yo me encargo de añadirlo.
Cuando vayamos a la piscina con niños:
1. Nunca aparte la vista de ellos cuando están en la piscina, ¡ni por un segundo!
2. Si va con un grupo de padres o madres, designen a un “guardián del agua”.
3. Cuando esté de guardián, manténganse alerta y deje para más tarde la lectura o el teléfono móvil.
4. Enseñe a los niños cómo avanzar en el agua, cómo flotar y cómo salir de la piscina y sobre todo, como pedir ayuda para que no se confunda con un juego.
5. Dígales a los niños que se alejen de los drenajes de piscinas y jacuzzis.
6. No se fíe de los “manguitos” o cualquier otro juguete hinchable. No son elementos de seguridad.
7. Si su hijo no puede nadar, sujételo y no lo tenga más allá del alcance de su mano.
8. Si encuentra una tapa de drenaje suelta, rota o que falta, saque a los niños e inmediatamente avise al dueño, operador, o socorrida y no entre a la piscina o jacuzzi hasta que se haya respuesto.
9. Mantenga con pestillo las puertas que dan al área de la piscina.
10. En piscinas particulares instale una alarma. (mientras lee esto, no piense en el precio, su hijo no lo tiene)
11. Y finalmente aprenda a realizar maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) a niños pequeños y grandes, puede salvar vidas