Permitidme que hoy comparta con vosotros mi estado de ánimo, estoy enfadado, y mucho. En poco menos de un mes, he sido el blanco de ladrones en dos ocasiones. He valorado los robos en unos seis mil euros pero, lo que no puedo valorar es esta sensación de impotencia que siento. Es una violación a la intimidad, a la propiedad, al patrimonio, a la seguridad, a todo.Probablemente, alguien espera que haga algún tipo de demagogia en contra de la policía pero no, no la haré. Trabajo codo a codo con ellos y sé que, es del todo imposible tener un policía pegado a cada uno de nosotros, y mucho menos custodiando nuestras propiedades de una forma permanente. Pero si, hago una critica al actual sistema judicial, y un ataque frontal a dos actores principales: los ladrones que nos roban, y los cómplices que compran el material robado.
Mirad no nos engañemos, se habla mucho la crisis pero, la crisis no es la culpable de todo lo que sucede. No hay padres de familia robando por dar de comer sus hijos, lo que hay es cada vez más “chorizos” sin nada a perder, sin vergüenza, y lo que es peor, sin escrúpulos.
Los cogen, entran por una puerta y salen por la otra, a veces mucho antes que la propia policía, que se queda rellenando papeles...
Y hasta aquí porque, poca reflexión puedo hacer sobre la delincuencia en estos momentos, no soy nada objetivo. ¿Lo seriáis vosotros?.








