Ya está hecho, como muchos (menos de los que deberían haberlo hecho) he votado. Creo que es un deber escoger quienes nos debe representar pero, no estoy contento. Hemos llegado a un punto dónde no escoges la mejor opción sino, la menos mala. Y esto no es bueno. Tampoco lo es, el hecho que los partidos políticos no hayan sido capaces de explicarnos que significa nuestro voto, qué importancia tiene, en que nos afecta. PSOE y PP han bipolaritzado un discurso, que nada tenía que ver con lo que íbamos a hacer. Para ellos, ha sido como un sondeo de lo que puede suceder en las próximas elecciones generales, como si no conocieran el país, qué como muchos barcos va a la vela, según el viento que sopla... así nos va.
Son muchos los que creen que no vale la pena ir a votar porqué, el Parlamento Europeo está muy lejano, nada a ver con la política del día a día. Pues están equivocados.
El Parlamento Europeo, que hoy saldrá de éstas elecciones, decidirá cosas tan próximas a nosotros como es el aire que respiramos (Medio ambiente), el tipo de vehículos que conduciremos (Industria), la duración de la baja de maternidad o qué tipo de etiquetas llevarán los alimentos. Un vez más decidirá como se gastan los euros de presupuesto comunitario, cantidad nada despreciable. Por lo tanto, nos afecta, nos afectan las decisiones de la Eurocámara, y a partir del Tratado de Lisboa, todavía más: política agrícola común, pesca, espacio y transportes.
Bien, ahora sólo queda ver si no han ganado aquellos que nos quieren hacer trabajar más de 65 horas semanales, aquellos que no quieren políticas de integración familiar, aquellos que quieren privatizar la sanidad y abaratar el despido, entre otras muchas cosas.
En fin, que todos sabemos del que hablamos...
Buenas noches.
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