Dicen que una crisis pone siempre marcha mecanismos de “supervivencia”: contención del gasto, búsqueda de ofertas, optimización de los recursos. Estratégias habituales para cualquier persona normal pero, si hay caréncia de escrúpulos las soluciones se convierten en más... facilegales.
Desde hace un tiempo se ha puesto de moda algo, que al verlo por primera vez, hizo que ya augurara “mal rollo?: la cacería del hierro.
La historia empieza en un pueblo cualquiera, por ejemplo senalB, primer pueblo de la atsoC avarB (anoriG)...
Desde hace unos meses, el paisaje urbano se ha ido llenando de personas con carros de supermercado buscando hierro por por todas partes: contenedores, casas, calles...
Llegados a este punto me planteo dos preguntas:
1. ¿Cualquiera puede ir por la calle con un carro de supermercado sin que te digan nada? (está claro que lo has hurtado, robado, o lo que corresponda... va con el nombre de la cadena y el monedero. ¿ No hay suficientes pistas para saber de dónde y cómo ha salido?...)
2. Si han sido y son capaces de llevarse el carro y pasearlo sin el menor atisbo de rubor, ¿cuanto tardarán en hurtar, robar o lo que corresponda, otras cosas que no sean el hierro que encuentran o los regalan?.
Y mientras me hacía estas preguntas, visualizaba las nuevas barandillas de acero inoxidable que el ayuntamiento ha montado en varios puntos de senalB, al instante nacía una nueva pregunta más importante aún: ¿cuanto durarán?...
Ya hay respuestas:
Han robado las barandillas, tapas de alcantarillado, los labradores se quejan que les roban las cañerías de conducción de agua de riego, incluso se atreven a entrar a los cementerios para robar cruces y otros objetos metálicos. Una verdadera espiral de pequeños hurtos y robos que no ha hecho más que empezar. Creo que todos tenemos claro cuales son las acciones que se deberian tomar, de no ser así, veremos hasta dónde llega todo esto...
Desde hace un tiempo se ha puesto de moda algo, que al verlo por primera vez, hizo que ya augurara “mal rollo?: la cacería del hierro.
La historia empieza en un pueblo cualquiera, por ejemplo senalB, primer pueblo de la atsoC avarB (anoriG)...
Desde hace unos meses, el paisaje urbano se ha ido llenando de personas con carros de supermercado buscando hierro por por todas partes: contenedores, casas, calles...
Llegados a este punto me planteo dos preguntas:
1. ¿Cualquiera puede ir por la calle con un carro de supermercado sin que te digan nada? (está claro que lo has hurtado, robado, o lo que corresponda... va con el nombre de la cadena y el monedero. ¿ No hay suficientes pistas para saber de dónde y cómo ha salido?...)
2. Si han sido y son capaces de llevarse el carro y pasearlo sin el menor atisbo de rubor, ¿cuanto tardarán en hurtar, robar o lo que corresponda, otras cosas que no sean el hierro que encuentran o los regalan?.
Y mientras me hacía estas preguntas, visualizaba las nuevas barandillas de acero inoxidable que el ayuntamiento ha montado en varios puntos de senalB, al instante nacía una nueva pregunta más importante aún: ¿cuanto durarán?...
Ya hay respuestas:
Han robado las barandillas, tapas de alcantarillado, los labradores se quejan que les roban las cañerías de conducción de agua de riego, incluso se atreven a entrar a los cementerios para robar cruces y otros objetos metálicos. Una verdadera espiral de pequeños hurtos y robos que no ha hecho más que empezar. Creo que todos tenemos claro cuales son las acciones que se deberian tomar, de no ser así, veremos hasta dónde llega todo esto...
Material producto de un robo.
Roban una tapa de alcantarillado, a consecuéncia de esta acción cayó un niño dentro...
El pasado sábado tomé estas imágenes. Este joven iba en bicileta cargado de tubos de aluminio, cortados a una misma medida... que le facilitaba el trasnporte...
Aqui os lo dejo, que cada cual piense lo que quiera. Yo, aparte de pensar, en este último caso llamé a la policía...
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